Si te has preguntado alguna vez si estás aplicando bien tus cremas, sérums o limpiadores… tranquila, ¡no eres la única! El mundo del cuidado facial puede parecer un caos de texturas, ingredientes y pasos que nadie tiene claros.
Que si el sérum va antes o después de la crema, que si la vitamina C solo por la mañana, que si hay que exfoliar cada día… Uf.
Pero no te preocupes, porque aquí te traemos una guía directa, ordenada y fácil de aplicar, para que por fin entiendas cómo debe ser una rutina skincare completa, tanto de día como de noche. Vamos a ayudarte a construir tu ritual facial paso a paso, con sentido, y lo más importante: ¡sin complicaciones!
¿Qué es una rutina facial y por qué necesitas una?
La rutina facial diaria no es más que un conjunto de gestos y productos que aplicamos de forma constante para cuidar nuestra piel. Y sí, puede sonar básico, pero seguir este hábito transforma completamente cómo se ve y se siente tu rostro.
Durante el día, nuestra piel se expone a agresiones como el sol, la contaminación, el maquillaje y el estrés. Por la noche, se activa el modo reparación: es cuando la piel se regenera y absorbe mejor los tratamientos. Por eso, tener un cuidado facial adaptado a cada momento del día no es un lujo, es salud para tu piel.
Si descuidamos estos pasos, es común vernos con el cutis apagado, seco o con imperfecciones. Pero con una rutina bien planteada, no solo mejoramos el aspecto de la piel, sino también su resistencia, firmeza y luminosidad. Y ojo: dedicar unos minutos a tu rutina también es una forma de mimarte y conectar contigo. Es tu momento.
Rutina de Día vs Rutina de Noche: ¿en qué se diferencian?
Aunque algunos pasos se repiten, el objetivo de la rutina matutina y la nocturna es muy distinto. Por la mañana, lo que buscamos es hidratar y proteger la piel del sol y la polución. En cambio, por la noche el enfoque está en limpiar en profundidad y tratar la piel mientras descansas.
La rutina skincare de día es como una armadura. Usamos antioxidantes como la vitamina C, texturas ligeras que se absorban rápido y, por supuesto, protector solar. Todo pensado para prevenir el daño.
Por la noche, es momento de potenciar la regeneración celular, así que aquí entran en juego activos más potentes: retinoides (o su versión vegetal, el bakuchiol), ácidos exfoliantes, péptidos... Las fórmulas suelen ser más nutritivas porque ya no nos importa si dejan la piel brillante o untuosa.
👉 En resumen:
DÍA = limpiar + hidratar + proteger
NOCHE = limpiar + tratar + regenerar
Saber esto es clave para usar el producto adecuado en el momento justo. Así no malgastas tu tiempo ni tus cosméticos.
¿Importa el orden de los productos? ¡Sí, y mucho!
Usar los productos en el orden correcto puede marcar la diferencia entre ver resultados… o tirar el dinero. El principio básico es sencillo: de más ligero a más denso.
Los productos acuosos, como tónicos y sérums, deben ir primero para que penetren en profundidad. Luego aplicamos los más densos, como cremas o aceites, que actúan como “selladores”.
Si te saltas este orden, puedes bloquear la absorción de los activos y reducir su efectividad. Por ejemplo, aplicar un aceite antes que un sérum de ácido hialurónico impide que este último haga su trabajo.
El orden ideal sería:
- Limpieza
- Tónico (si usas)
- Sérum
- Contorno de ojos
- Crema hidratante
- Protector solar (solo de día)
Automatizar este orden te ahorrará errores y te ayudará a que cada producto aporte lo máximo. ¡Tu piel lo va a notar!
Rutina Skincare de Día: Paso a Paso para una piel protegida y luminosa
Empezar bien el día también implica cuidar tu rostro desde el primer minuto. La rutina facial de día debe centrarse en limpiar, hidratar y proteger.
Si sigues estos pasos de forma constante, notarás cómo mejora la textura, el tono y la vitalidad de tu piel.

Paso 1: Limpieza suave al despertar
Aunque te hayas desmaquillado por la noche, durante el sueño la piel sigue trabajando: produce sebo, suda, elimina toxinas y acumula restos. Por eso, una limpieza facial por la mañana es imprescindible para eliminar impurezas y preparar el rostro para los siguientes productos.
No necesitas un limpiador agresivo. Elige uno suave, respetuoso con el pH de la piel. Puede ser en gel, espuma o leche limpiadora. Uno ideal es la Bruma Facial con Pepino y Viatmina E, perfecto para pieles sensibles gracias a sus ingredientes calmantes.
Consejo: utiliza agua tibia, masajea el producto con movimientos circulares durante 30 segundos, y seca con una toalla limpia a toquecitos. Nada de restregar.
Paso 2: Exfoliar (1-2 veces por semana)
Este paso es opcional en el día a día, pero muy recomendable hacerlo una o dos veces por semana. La exfoliación ayuda a eliminar células muertas, mejora la textura y potencia la absorción de los productos.
Puedes elegir entre exfoliantes químicos (con AHA o BHA, más suaves y efectivos) o exfoliantes físicos (con gránulos).
Si prefieres algo más natural, utiliza tu limpiador habitual con un disco de algodón reutilizable o una muselina, masajeando suavemente zonas como la nariz y la barbilla. Es una exfoliación ligera, pero eficaz.
Eso sí, no exfolies de más. Si ves enrojecimiento o sensibilidad, dale un descanso a tu piel.
Paso 3: Sérum con activos antioxidantes
El sérum facial de día es tu mejor aliado para proteger y revitalizar la piel desde dentro. Tiene una textura ligera y una alta concentración de activos que penetran en profundidad.
Por la mañana, los más recomendados son:
- Vitamina C, antioxidante que combate los radicales libres y aporta luminosidad.
- Ácido hialurónico, que hidrata intensamente y suaviza líneas finas.
Una excelente opción es el Sérum Facial con Ácido Hialurónico y Vitaminas A, E, C, que reúne ambos ingredientes.
Aplica de 3 a 4 gotas sobre el rostro limpio, a toquecitos, y espera unos segundos antes de seguir.

Paso 4: Contorno de ojos para hidratar y descongestionar
La zona del contorno de ojos es muy delicada y suele mostrar los primeros signos de fatiga. Por eso necesita un producto específico, más ligero que una crema facial.
Usa el dedo anular (el que tiene menos presión) para aplicar una mínima cantidad de contorno, siempre con toquecitos sobre el hueso orbital. No arrastres el producto ni te acerques demasiado a la línea de las pestañas.
Recomendamos un contorno de ojos con, té verde y cafeína ya que hidrata, descongestiona y combate las ojeras. La cafeína ayuda a desinflamar y el té verde aporta antioxidantes.
Paso 5: Hidratación ligera, pero efectiva
La crema hidratante es la que sella la hidratación, mantiene la elasticidad y protege la barrera cutánea. Por la mañana, lo ideal es usar una textura ligera o tipo gel, que no deje sensación pegajosa y se lleve bien con el maquillaje.
Ingredientes como el ácido hialurónico, las ceramidas, la peonía o el pepino son muy útiles en este momento del día. Te recomendamos la Crema Facial con cáñamo y ácido hialurónico, con extractos calmantes y antioxidantes.
Una pequeña cantidad (como una avellana) es suficiente. Masajea de forma ascendente para mejorar la absorción y estimular la circulación.
Paso 6: Protector solar, el paso que no puedes saltarte
El protector solar es el último y más importante paso de tu rutina matutina. No solo previene manchas, arrugas o flacidez, sino que es tu defensa número uno frente al envejecimiento prematuro.
Usa un protector solar de amplio espectro (UVA + UVB), con al menos FPS 30 o superior, todos los días, incluso si está nublado o te quedas en casa. Aplícalo como último paso y no olvides el cuello, escote y dorso de manos.
Reaplica cada 2-3 horas si estás al sol, y especialmente si vas a estar al aire libre. Este gesto marca más diferencia de la que imaginas.
Rutina Skincare de Noche: Paso a Paso para regenerar y mimar tu piel
Cuando termina el día, empieza el momento estrella para tu piel. La rutina facial de noche está pensada para limpiar en profundidad, tratar necesidades específicas y regenerar mientras descansas.
Aquí es donde realmente se nota la diferencia cuando eres constante.

Paso 1: Desmaquillar y eliminar impurezas
El primer paso, y uno de los más importantes. Incluso si no te maquillas, si usaste protector solar (¡que deberías!) o has estado expuesta a contaminación, es vital eliminar todos esos residuos.
La mejor técnica es la doble limpieza:
- Usa un producto oleoso (aceite, bálsamo o agua micelar) para disolver maquillaje, protector solar y sebo.
- Luego limpia con un producto de base acuosa (gel, espuma o leche limpiadora).
Paso 2: Exfoliar (2-3 veces por semana)
Por la noche es el mejor momento para exfoliar la piel, ya que no te expondrás al sol inmediatamente después. La exfoliación ayuda a renovar la piel, mejorar la textura, minimizar los poros y potenciar la absorción de activos.
¿Con qué frecuencia?
- Piel sensible: 1 vez por semana.
- Piel normal o grasa: hasta 3 veces por semana.
Puedes usar exfoliantes:
- Químicos (ácidos AHA como el glicólico o láctico, o BHA como el salicílico).
- Enzimáticos, ideales para pieles sensibles.
- Mecánicos suaves, como una esponja konjac o disco de algodón reutilizable.
Evita frotar demasiado. La exfoliación debe dejar la piel suave, no irritada.
Paso 3: Sérum de tratamiento nocturno
Por la noche, la piel está más receptiva. Es el momento perfecto para aplicar sérums con activos potentes que traten arrugas, manchas, falta de firmeza o deshidratación.
Los más recomendados:
- Bakuchiol, alternativa suave al retinol, ideal para regenerar sin irritar.
- Péptidos, que estimulan la producción de colágeno.
- Ácido hialurónico, para una hidratación intensiva.
Puedes seguir usando el Sérum Facial de Ácido Hialurónico y Vitaminas A, E y C de Natury Green Care, que también funciona muy bien de noche. O si buscas un efecto antiedad más marcado, elige uno con bakuchiol.
Recuerda: 3-4 gotas bastan. Aplica con toques suaves sobre rostro, cuello y escote.
Paso 4: Contorno de ojos regenerador
La noche es el momento ideal para aplicar un contorno de ojos más nutritivo que actúe sobre líneas de expresión, hinchazón u ojeras.
Aplícalo con el dedo anular, a suaves toquecitos desde el lagrimal hacia las sienes, sin acercarte a la línea de las pestañas. Un pequeño gesto con grandes beneficios a largo plazo.

Paso 5: Crema hidratante de noche
Tu piel necesita nutrición profunda durante la noche. A diferencia del día, puedes usar una crema más rica, con ingredientes que actúen mientras duermes.
Busca fórmulas con:
- Bakuchiol
- Ácido hialurónico
- Ceramidas
- Aceites vegetales
- Manteca de karité
La Crema Facial de Noche de Natury Green Care cumple todos esos requisitos: regenera, hidrata, y suaviza arrugas sin irritar.
Aplica generosamente en rostro, cuello y escote. Aprovecha para darte un mini masaje facial: relaja músculos, activa la circulación y mejora la absorción.
Paso 6: Mascarilla facial (1-2 veces por semana)

Las mascarillas son un extra en tu rutina, no diario, pero sí muy recomendable una o dos veces por semana. Aportan un chute de tratamiento intensivo según lo que tu piel necesite.
Algunas opciones:
- Hidratante, si sientes la piel tirante.
- Purificante, si tienes granitos o exceso de sebo.
- Calmante, si has exfoliado o tienes la piel sensible.
- Iluminadora, si tu rostro se ve apagado.
Aplícala tras la limpieza (y exfoliación, si corresponde), déjala actuar 10-15 minutos y retira con agua tibia antes de que se seque por completo. Después, continúa con tu rutina.
Conclusión: Tu rutina skincare perfecta empieza hoy
¡Y ahí lo tienes! Una rutina facial completa, clara y eficaz tanto de día como de noche. No se trata de aplicar mil productos sin sentido, sino de entender qué necesita tu piel en cada momento del día, y cómo dárselo paso a paso.
Recuerda:
- Por la mañana, el objetivo es hidratar y proteger.
- Por la noche, el foco está en limpiar, tratar y regenerar.
Ser constante es más importante que tener el armario lleno de cosméticos. Cuando aplicas los productos adecuados, en el orden correcto, y adaptas tu rutina a las necesidades reales de tu piel, los resultados llegan solos.
Una piel sana, luminosa y equilibrada no es cuestión de suerte, sino de buenos hábitos.
Te animamos a disfrutar de este ritual diario como un momento solo para ti. El skincare no tiene que ser complicado ni aburrido. Al contrario: puede ser ese ratito especial donde te mimas, desconectas del día y reconectas contigo misma.
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